Para muchos pasará a la historia como el día que eligieron al primer Papa argentino, americano....para mí....pasará a la historia de mi vida personal como el día que, finalmente y luego de muchas zozobras, conseguí la preciada estabilidad en mi vida laboral...
Ojo, no se confundan, no es que soy una miedosa, que si no tiene un puestito fijo no puede vivir, noooo, soy, en las lídes del mercado laboral, una veterana de guerra.
La parí durante la crísis del 2001, me quedé sin trabajo, solita mi alma y con cuatro críos en edad escolar en el 2003, trabajé sólo en el 2006, 2007 y 2008....la seguí remando y me presenté a concurso para el cargo que hoy ocupo.
Un concurso que debiera haberse resuelto en 6 meses y que duró 2 años, me estresó más allá de lo imaginable y por errores administrativos, habiendo cargos vacantes, me dejo interina.....eso fue hace más de dos años.
Pero ayer, increíblemente llegó la resolución por la cuál me titularizaban, y yo, que vengo de pelearla fiero, que no bajé los brazos, que siempre pensé que si me tocaba a mí, era porque me la podía bancar..a mí la guerrera, se me llenaron los ojos de lágrimas, se me hizo un nudo en la garganta y abracé fuerte a la que traía el papelito en la mano!
Y como si esto fuera poco, y cuando todavía, celular en mano, no sabía muy bien a quien mandarle un chat con la noticia (titular, interina te dicen... que diferencia hay????)... me mandan un tweet... Bergoglio es Papa, el Papa es argentino.....la pucha que día.
Y cuando salí a la calle, después de la oficina, me sentía la misma pero distinta, pensaba...no cambió nada y cambió todo, voy a seguir trabajando como lo hice hasta ahora, voy a seguir poniendo lo mejor de mí, es lo mismo, pero caminaba ligera.....ligera de equipaje.
Y tenía que compartirlo con ustedes, con ustedes a quienes no conozco pero que están del otro lado, a los que sigo y me siguen.
Nos estamos viendo, chau!!!!
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