martes, 11 de marzo de 2014

Rewind....rebobinando vacaciones.


Después de una semana corta pero intensa en trabajo, me dispongo a darle al blog una refrescada y contar cositas que quedaron en el tintero de los últimos posts.
Ayuda el hecho de estar sola en casa.....ya sé, ustedes dirán...los chicos son grandes... pero bueno, siempre ando pendiente (grave defecto, lo sé!), de lo que necesitan, de lo que olvidan, de la ayuda que puedo prestarles.....y esta "mala" costumbre mía, definitivamente los ha malacostumbrado....y entonces el teléfono suena para cosas urgentes y para aquellas que no los son.....: ...."Maaaaa, vos viste mi remera ....esa que tiene.........Maaaaaa dónde está mi documento...........Maaaa te acordás donde puse los papeles de la facu........Maaaaaaaaaaaaaa".....

Pero con ambos a kilómetros de distancia, puedo....ver en perspectiva, cosa muy sana, y tomarme mi tiempo para todo!!!

Lo dije como de refilón, estuve en Europa en enero.
Vino bien huirle al frío, en medio de esta Baires con más de 40º  de temperatura y cortes de luz por doquier. Vino bien, llegar a ciudades impecables, frías y maravillosas, como Berlín, Viena o Amsterdam. Y para el regreso y que el impacto no sea enorme, pasar una semana en la caótica Roma y unos días en nuestra cercana y casi de la familia....Madrid.

Amsterdam

Todo fue organizado via internet desde esta misma compu, y salvo un pasaje de tren que nos quedó pendiente y un alojamiento que no cumplió con lo pactado y nos abandonó unas horas antes de nuestra llegada, todo fue sobre rieles. Todo había sido pagado de antemano, y la única variable sin organizar fue la "comestible". Por suerte, supermercados baratos y mercados al paso hay en todos lados. Y salvo, por las obvias cuestiones cambiarias que hacen que todo nos resulte un "poquito" (léase 35%) más caro, sobrevivimos dignamente y no perdimos kilos (una lástima!) en el intento.

Todo el tiempo me preguntan, cuál de las ciudades visitadas me gustó más. Me es difícil contestar.
Mientras viajábamos, todas las noches, escribía una crónica que enviaba via mail a amigos y familia. Al releerla, me doy cuenta que en cada lugar hubo cosas que me gustaron más, otras que me gustaron menos, rincones que me apasionaron, y a los que volvería, y otros que no me dijeron nada y que hubiera podido obviar.
Pero ante todo, y con cada viaje que meto en la mochila de los recuerdos, me doy cuenta, que mas allá de las obvias visitas a museos y monumentos, cada día me atraen más los lugares por su gente, sus comidas, sus olores, sus mercados callejeros y sus costumbres.
Y de los otros, me impactaron aquellos que dejaron huellas imborrables en la historia de ese pueblo que estoy visitando....Volendam y Markem, molinos y canales en Holanda, el Holocausto y todas sus manifestaciones en Berlín, Sissi y su palacio en Viena. Y son sólo ejemplos, aunque como dice el dicho "para muestra basta un botón".

Volendam
Mercado callejero en Amsterdam





Caminamos todo el tiempo, caminamos de punta a punta esas ciudades, y sólo usamos el transporte público, cuando la distancia se imponía. Y esos transportes también nos dijeron mucho sobre esos pueblos, desde el respeto por la cosa pública, hasta el respeto por el otro. Hasta la separación de la basura en estos países diferencia la buena educación de lo que no lo es.

Cuanto para aprender, cuánto camino nos falta, cuánto podríamos tener y ser como nación, si tuviéramos más educación y menos corrupción.

El Muro en Berlín
Monumento a las víctimas del Holocausto -Berlín
















Pero como estoy convencida que se educa con el ejemplo, acabé con mis hijos, pero tendré que continuar la tarea en los nietos.......además de disfrutarlos y malcriarlos!!!!












El viaje duró un mes, mucho para un sólo post.
Sigo en el próximo.....

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